Buenas razones para seguir viajando y temer lo justo a la enfermedad
Enrique Sancho*
Edición: Diego Caballo
Las consecuencias para el turismo por el coronavirus son alarmantes: suspensión de miles de vuelos, anulación de reservas hoteleras, prohibición de desplazarse en algunas zonas de riesgo, anulación o retraso de importantes ferias turísticas (Berlín y París, entre otras), miedo a coger aviones y trenes, suspensión de eventos deportivos, culturales y fiestas quiebras de compañías aéreas y turoperadores... Las consecuencias están claras y son dramáticas, pero ¿lo es la razón que las motiva?